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El estrés, la ansiedad, la angustia pueden ser los desencadenantes de este desorden que, para ser diagnosticado como tal, debe ocurrir al menos dos veces por semana, durante seis meses. Las consecuencias de este trastorno son:
- Sobrepeso y obesidad, ya que se produce un consumo exagerado de calorías provenientes principalmente de alimentos ricos en grasas y azúcares.
- Sentimiento de culpa por la falta de control sobre qué y cuánto se come.
- Malestar por las grandes cantidades de alimentos ingeridos.
Aquí te ofrecemos algunas estrategias para superar esta compulsión alimentaria y mejorar tu relación con la comida:
- Olvídate de las dietas estrictas. Las dietas muy bajas en calorías solo aumentarán tu ansiedad, provocando momentos de descontrol, empeorando la situación.
- Realiza una alimentación equilibrada, que aporte todos los nutrientes necesarios para cubrir tus requerimientos y mantener el equilibrio nutricional.
- Establece horarios fijos para las comidas y respétalos. Esto te ayudará a crear una conducta alimentaria saludable.
- Registra todo lo que comes. Una de las mejores maneras de tener el control de su alimentación e identificar días y horarios problemáticos, es anotar todo lo que comes.
- Reflexiona sobre las situaciones o emociones que provocan el atracón. Identificar los desencadenantes es el primer paso para evitarlos.
Este trastorno, al igual que otros desórdenes alimentarios, puede controlarse mediante un adecuado diagnóstico y un correcto tratamiento. Por eso, además de tener en cuenta estos consejos, no dudes en consultar con tu nutricionista para recibir una orientación personalizada.
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